El mes de mayo es una cita obligada para los amantes del modernismo ya que tiene lugar uno de los encuentros más importantes del año: la Fira Modernista de Terrassa. Y qué mejor ocasión para estrenar algo bonito! Os presento mi nuevo traje en detalle. Lo que se ve y lo que no se ve. Las cifras. Y al final del artículo lo compararé con el vestido que presenté en la Desfilada del Museu Tèxtil del domingo y que ya conocéis de sobra. Dos vestidos modernistas de estilos distintos que ilustran la drástica transformación de la silueta a principios del s. XX con los que espero haceros viajar en el tiempo.
El vestido corpiño
Estamos en el año 1.907. Queda muy poquito para el cambio en la silueta que nos traerá de vuelta a la estética columnar clásica y basta con ojear un catálogo de modas para apreciar aún las amplias y románticas faldas que vienen siendo lo más de lo más desde el inicio del siglo.
Pero si miramos detenidamente este ejemplar de la revista La moda elegante… podéis ver una falda que es ligeramente distinta a las demás? Sí? Efectivamente la señorita de la derecha en la primera página viste un traje algo diferente de los demás ejemplos.
Hablamos del vestido corpiño, de línea princesa, es decir sin corte en la cintura y que entallaba ésta al igual que un corset. De hecho en inglés recibe el nombre de corselet skirt. Más allá de esta característica que lo define el atuendo sigue los dictados generales de la moda del momento: mangas amplias hasta debajo del codo y falda larga hasta el suelo con cola y amplio bajo como habitualmente presentan los vestidos modernistas.
En estos ejemplos vemos trajes que combinan la falda corpiño con una chaqueta a juego o bien vestidos sin corte alguno (estos últimos personalmente me parecen super favorecedores, sobre todo para las bajitas). Las solapas llamativas y las chemisettes interiores de encaje y cuello alto son una característica habitual a principios del s. XX.
También era muy común combinar esta falda con una blusa amplia a menudo de algodón blanco. En estos casos el alto talle situado inmediatamente bajo el busto ganaba más notoriedad si cabe.
El corte en el talle podía ser horizontal, en forma de V o de V invertida.
En su interior la falda podía presentar varillas cosidas en las costuras.
Nótese como a medida que nos acercamos a los 1.910s el bajo se estrecha progresivamente hasta crear una figura rectangular y el ideal de belleza pasa de valorar un cuerpo curvilíneo, tan en consonancia con la estética orgánica modernista, a preferir una figura esbelta donde pecho y cadera son afinados por el nuevo tipo de corset de línea larga. El pecho palomo y la antinatural postura en forma de S tienen los días contados!
Recreando un vestido corpiño
Réplica Vs. Inspiración
Para mi creación elegí un algodón azul con un motivo de espiga. Lo coloqué al bies en la parte superior del delantero pero la espiga es bastante discreta y no quedaba tan marcado el efecto como en la foto del vestido negro. Para resaltar más la V le cosí una tira de encaje de guipour vintage como el de las mangas.
Para el patrón adapté un modelo histórico de 1.908 con algo más de cola que el ejemplo de la foto (no puedo evitarlo, me gusta sufrir jjj) En el delantero lleva un adorno simulando una bajo falda azul marino con una pasamanería blanca que me enamoró en la tienda. Nada más salir de casa me lo pisé y arranqué por completo… menos mal que a parte de ser torpe soy previsora y SIEMPRE llevo un costurero para y emergencias y accidentes varios.
El corset es un modelo de 1.906 de pecho plano y la enagua y cubre corset llevan encaje vintage.
Esta pobre ropa interior está pidiendo a gritos una sesión boudoir que le haga justicia lo bonita que es… pero de momento solo tengo fotos malillas jjj.
Con la Masía Freixa de fondo. Foto de mi marido.
El broche, la piedra ágata y los pendientes de perlas eran de mi abuelita.
Detalle de la chemisette de algodón batista con su encaje y entredoses y puntillas cosidos a mano.
El toque perfecto
Es precisamente en esta época cuando comenzaron a ponerse de moda los sombreros tan grandes propios de los años 1.910 sobre los que puedes leer en esta entrada del blog https://vistiendolahistoria.es/sombreros-de-epoca-enormes/
Ya sabéis que soy muy fan y mi primer impulso fue combinar el vestido nuevo con uno de estos sombreros en sustitución del tricornio de la foto. Pero claro… luego hay que guardarlo… viajar con él (y el resto de equipaje…) finalmente entré en razón y decidí apostar por un pequeño y funcional toque, más discreto pero no por ello menos encantador.
El toque como sombrero femenino tuvo mucha popularidad durante las dos primeras décadas del s. XX.
Carecían de alas y la corona, de pequeño tamaño sobre todo al principio, terminaba a menudo en punta sobre la frente. Solían forrarse con tela fruncida o en tablas como el ejemplo de la izquierda.
De acuerdo con la moda de la época se decoraban con flores, plumas e incluso pájaros disecados.
Mi versión, inspirado en el modelo de la imagen, también es de terciopelo a juego de las solapas del vestido. En lugar del doble adorno de plumas (se me hacía pelín asterix) elegí una combinación de flores en el mismo terciopelo y un solo arreglo de plumas blancas simulando un ala de pájaro disecada. Y la verdad es que no puedo estar más contenta con el resultado (y lo manejable que resulta!)
El traje en cifras
- Fueron necesarios 5 metros de algodón para el exterior, 5 metros de popelín como forro y medio metro de terciopelo para las solapas y el sombrero.
- El trabajo manual del vestido (sin contar la camiseta y las mangas) ha supuesto alrededor de 12 horas respecto a las escasas 2 que tardaríamos a máquina. Tiene 15 metros de costuras sobrehiladas a mano entre el corte del talle, las sisas y la falda más 4 metros de bajo cosido manualmente.
- Las mangas de encaje valencienne y entredós están enteramente cosidas a mano con 3.200 mini puntadas aproximadamente. Perdí la cuenta de las horas empleadas puesto que aprovechaba cualquier momento (metro, pausa del café) para avanzar.
- Sin olvidar que el vestido y yo aparecemos en 2 de las 9 fotos seleccionadas finalistas para el concurso de la Fira (de entre varios cientos que se presentan jjj). Os las enseño al final del artículo.
Dos vestidos modernistas
Solo 4 o 5 años separarían estas siluetas. Y solo 12 horas han transcurrido entre estas fotos tomadas bajo luces muy diferentes. De una tarde a la sombra a la mañana de un día gris. No he retocado el color y se ven bien distintas… y a juego de mi vestido. Alegría cromática!
Volviendo al traje del domingo, que me valió el segundo premio del concurso de ropa de época del Desarme de Oviedo el día que lo estrené, os lo enseñaba en esa sesión de fotos tan chula en el Palacio de Aiete de Donostia https://vistiendolahistoria.es/belle-epoque-anos-10/.
Tambien puedes ver mi participación en la desfilada del Museu Tèxtil (aunque la calidad del video no es muy buena 🙁 sorry
Alguien dijo… desfile en ropa interior de época???
Me apuntoooo!!! No me digáis que los corsets no son toda una obrita de arte. La moda hecha escultura… o es al revés???
En el Diari de Terrassa
La magia de la Masía Freixa iluminada
Fotos de mi marido
Un paseo por la Fira modernista de Terrassa
Como todos los años es un placer reencontrarse con los compañeros recreadores y fotógrafos.
Me gustaría dar las gracias a los últimos pues hacen posible que estos momentos felices queden plasmados para siempre en una fotografía y por tanto en nuestro recuerdo ya que de otra forma a veces pasarían desapercibidos.
Empezaré esta parte de agradecimientos con las dos fotos seleccionadas finalistas del concurso de la Fira de los fotógrafos Carles Quintana y Diego Llamas con mis compis Montse y Pilar de Cartagena.
Enhorabuena a los dos!
Esta fotografía, también de Carles con los compañeros de Nautilus, fue elegida por Patrimoni.gencat como ejemplo del patrimonio catalán. Lo mejor es que ninguno de los recreadores somos catalanes! Como dijo Paco «parece un chiste: van dos gallegos, un andaluz y una vasca …» Pues sí, tal cual jajajaj Pero la foto me encanta!
También con Montse y Pilar me llega esta foto de Marita Loayza que podría titularse «señoras elegantes mirando sus bolsos » jjj
Con las amiguitas en el Parc San Jordi.
Lo gracioso es que el día después te las encuentras vestidas «de modernas» y casi no las reconoces 😛
Aquí tenemos el mismo instante inmortalizado por tres fotógrafos distintos. Hay que ver lo que dan de sí unos pastelitos! 😉
Agradecimientos:
- Carles Quintana https://www.instagram.com/photographercarlesqf/
- Marc Seriol https://www.instagram.com/marcmarkhus_photo/
- Diego Llamas https://www.instagram.com/ddac_63/
- Marita Loayza https://www.instagram.com/marita0274
- Ramón Vilalta https://www.instagram.com/nomarslk?igsh=MTZ4OXI1aHJ5Zm8wYw==
- Pere Sanmiquel https://www.instagram.com/festesdelanostraterra/
