Espero que hayáis pasado unas felices vacaciones de semana santa. Ya seáis de procesiones, bares y tapitas, viajes o simplemente descansar todas las opciones son buenas para ser felices! Como os contaba en las stories de Instagram nosotros hemos pasado las vacaciones en el Loira, y no solo por que nos gusten los castillos y ponernos gochos a quesos sino porque tenía que cumplir con la tradición auto impuesta de hacerme LA FOTO frente a Chenonceau, que dicho sea de paso, es mi castillo preferido de los aprox. 13 que conocemos en esta región.
De 10 en 10
Todo empezó en 2.004 cuando vivía en París. Un día contraté una excursión al Loira en la que se visitaban los 4 castillos más célebres: Chenonceau, Chambord, Blois y Amboise. Como cabría esperar me gustaron muchísimo y pensé que la siguiente vez que David viniese a visitarme me encantaría volver con él. Y volvió de visita unas cuantas veces pero entre lo bonito que es París y que también quería llevarlo al Mont Saint Michel (otro must) pues al final me volví a España y el muchacho sin conocer el Loira.
Esta soy yo a mis tiernos 24. Creo que era Mayo o Junio. Gracias al señor del grupo que se ofreció a hacerme las fotos, porque era la única que viajaba sola y no quería molestar a nadie. Ahora me alegro tanto de tener estas fotos de recuerdo.
Sobre mi outfit nada sorprendente: pantalón, jersey y chaqueta negros, camisa blanca y negra, bolso y zapatos nude. El cinturón de abalorios lo tengo aún y de hecho lo guardo con mucho cariño porque me lo compré en Málaga cuando era guía turística en 1.999.
El caso es que en 2.014 se nos ocurrió pasar la semana santa en el Loira y repetí la foto frente a Chenonceau. El resto ya es historia!
Me hacía ilusión volver con uno de mis trajes históricos y para seguir con la tradición debía ser negro con algo blanco así que la elección era fácil. Obviando el anacronismo éste es un vestido de luto, concretamente de la segunda etapa del duelo, de ahí el detalle blanco del pañuelo (que además es antiguo). También la ropa interior, aunque ésta no se vea por la calle (o a veces sí?? muahahahah)
Si quieres saber más sobre este atuendo y sobre la moda fúnebre en el s. XIX no te pierdas esta entrada del blog: https://vistiendolahistoria.es/luto-en-la-epoca-victoriana/
El castillo de Chenonceau
Como ya os decía es mi preferido de esta región. Quizás Chambord sea el más conocido, por su gran tamaño y por la escalera de doble hélice incorrectamente atribuida a Leonardo da Vinci. Sin embargo Chenonceau es el monumento privado más visitado de toda Francia. Las 3 veces que he tenido el gustazo de visitarlo me he quedado extasiada con los centros de flores tan espectaculares que adornan su interior. Además en estas fechas incluyen huevos de pascua y conejitos y el resultado no puede ser más pintoresco.
El castillo actual fue edificado durante el Renacimiento sobre los restos de una fortaleza anterior propiedad de la familia Marques de la que solo queda en pie el pozo y la Tour des Marques a la entrada del castillo actual (derecha) pero que no luce en su forma original pues fue renovada según los gustos renacentistas.
Recibe el sobrenombre de Castillo de las Damas puesto que fueron varias las implicadas en su construcción inicial y las futuras ampliaciones.
Thomas Bohier lo mandó construir a principios del s. XVI pero fue realmente su mujer Katherine Briçonnet quien supervisó su construcción debido a las ausencias de su marido. A la muerte de éste se descubrieron ciertos negocios oscuros que provocaron que Francisco I lo requisase y echase de allí a la viuda.
Henri II lo regaló a su favorita Diane de Poitiers a quien debemos el puente que cruza el río Cher y el precioso jardín de estilo francés sobre una terraza de 12.000 m2 rodeada de agua. También que Francisco I se instalase allí junto con toda su corte.
Pero en 1.559 Enrique II muere accidentalmente durante un torneo. Su esposa Catalina de Medicis se convierte en regenta de Francia y claro, no tarda en mandar a Diane de Poitiers al castillo de Chaumont que supuestamente era una propiedad mejor pero que ella detestaba. También construyó la galería sobre el puente que sirvió de salón de recepciones y de baile y más tarde durante la primera guerra mundial de hospital militar.
La galería, con su suelo ajedrezado, mide 60 metros de largo por 6 de ancho y tiene dos pisos.
En el superior hay una exposición sobre el castillo y sus moradores más ilustres.
También ordenó construir otro jardín frente al de su rival Diane.
La última reina en habitar Chenonceau fue Luisa de Lorena, nuera de Catalina. Su matrimonio con Enrique III no fue concertado sino fruto de su amor y al morir éste se sumió en el más estricto luto. En el siglo XVI sin embargo el código de color era justo al revés predominando el blanco frente al negro y por ello se la recuerda como La Dama Blanca. Su alcoba es simplemente sobrecogedora.
No hace falta que os diga que esta habitación es mi preferida!!
Gracias a Luisa Dupin Chenonceau recuperó su esplendor en el s.XVIII. Su amistad con Voltaire, Russeau y Montesquieu, habituales en sus tertulias, y su condición de puente salvaron al castillo de la quema durante la Revolución Francesa. Otros no tuvieron esa suerte…
La primera escalera recta sustituyendo a las de caracol se construyó en Chenonceau siguiendo la moda renacentista que llegaba de Italia.
En esta foto a tras luz podemos ver la silueta tan característica del polisón.
Durante la segunda guerra mundial las vidrieras de la capilla sufrieron grandes desperfectos y tuvieron que ser restauradas tras el conflicto.
Dejo para el final mi jardín preferido. Me encanta. Laberinto, grifos, cariátides y atlantes. Máxime en un día gris como éste, prácticamente solos y escuchando los pajaritos. Es perfecto.
El laberinto fue un deseo expreso de Catalina de Médicis aunque éste es fruto de una renovación posterior. En su centro una glorieta con una figura de Venus. Aunque en esta ocasión no llegué hasta ella por los charcos recuerdo que la vista desde el centro elevado es muy bonita.
Las cuatro figuras Palas, Cibeles, Apolo y Hércules fueron añadidas a la fachada en la reforma de Catalina de Medicis sin embargo a mediados del s.XIX Margarita Pelouze las mandó retirar y trasladar al parque.
Si en 2.034 puedo volver me gustaría hacerlo con un robe à la française blanco y negro jjj
Referencias:
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